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0 comentarios admin Arqueología, Criptobiología, Darwin está loco

Lo que estás viendo, arriba, es la cabeza momificada y el cuello parcial de un bebé de la cultura Paracas del Perú que murió entre 2000 y 2800 años atrás, ya que esa era la esperanza de vida de esa cultura costera. Probablemente era un recién nacido, o tal vez 3 meses de edad en el momento de la muerte.

Las flechas de arriba indican las posiciones de los ojos y la boca. Como puede ver, el cráneo es extremadamente alargado, y bien podría indicar que este niño nació con una cabeza alargada genéticamente y de forma natural, y no el resultado de la deformación craneana.

La flecha en la foto de arriba apunta al cabello muy fino del bebé, que es de color rojo castaño rojizo; no el típico color negro azabache de los nativos americanos. Esto, junto con el alargamiento, muestra una clara diferenciación genética de lo que uno normalmente esperaría.

Una vez más, la foto de arriba muestra la posición del zócalo y la boca del ojo izquierdo. Las pruebas de ADN de este individuo se están considerando actualmente, para ser conducidas a través de los canales y protocolos correctos.

Finalmente, observe, en la foto de arriba y a la izquierda, la posición de la columna vertebral. Está mucho más lejos de la parte posterior del cráneo de lo normal, y bien podría indicar que se trata de una adaptación evolutiva para compensar el cráneo alargado.